¿No para de crecer la hierba y ya no sabes qué hacer a parte de cortarla todos los días? Cuando llegan las lluvias de primavera, la mayoría de los agricultores y personas que trabajan las tierras se alegran, porque sin duda el agua es vital para que crezcan y se desarrollen los cultivos (que nunca nos falte el agua, ¡por favor!), pero a veces, especialmente en cultivos de alta montaña donde hay más nivel de precipitaciones, el agua trae consigo la crecida de la hierba. Y por mucho que la cortas, no para de crecer una y otra vez. ¿Existe alguna solución? Os planteamos una técnica de agricultura ecológica: segar la hierba con animales. ¡NO OS PERDÁIS EL VÍDEO DONDE OS LO CONTAMOS! Cómo no, en G&G Enólogos.
Muchos diréis, ¡no es una nueva técnica, siempre se ha hecho así! Es cierto que muchos animales pastan por campos de la montaña y del llano, dejando los caminos limpios, la hierba segada y sin utilizar ningún cortacésped. Sin embargo, existe un riesgo para hacerlo en un campo donde hay vides: que los animales no hacen ninguna distinción entre la hierba, las hojas de las cepas e incluso las primeras yemas que empiezan a brotar…
¿Cómo se puede evitar? En primer lugar, dependiendo del animal. Nosotros os contamos nuestro caso personal.
1. ¿Qué animales pueden segar la hierba?
Seguramente se os ocurren infinidad de animales que pueden segar la hierba de un campo, pero el más obvio es… ¡las ovejas! Las ovejas son muy rápidas, poco agresivas y bastante eficientes a la hora de comer hierba. Además, hay muchos ganaderos que crían ovejas que pueden estar encantados de contar con un sitio tranquilo para que sus ovejas pasten sin sobresaltos.
¿Qué otro animal se os ocurre que pueda comer hierba, pero que no llegue a la altura de las viñas? Éste no es tan obvio y es difícil de adivinar…
¡¡LAS OCAS!!
Aunque muchos no lo saben, las ocas son grandes devoradoras de hierba. De hecho, próximamente os subiremos un vídeo donde podréis verlas en acción 😉
Así, tenemos planeado llevar ocas de tamaño pequeño que no llegarán a las vides, por lo que seguramente son el animal perfecto para esta tarea, ya que podemos dejarlas comer tranquilas sin preocuparnos por quedarnos sin uvas para el Vino de las Nieves del año que viene
2. ¿Cómo evitamos que los animales se coman las hojas y las yemas de las vides?
Durante la primavera es muy peligroso que las vides sufran justo cuando empiezan a florecer. Con las ocas pequeñas no hay ningún problema, puesto que ni siquiera estirando el cuello llegan a las vides más bajas, pero… ¿y las ovejas?
Nosotros hemos adquirido un sistema que es como una pequeña máscara que se les ata (no hace ningún daño y no les molesta en absoluto) y que permanece retirado hacia la parte superior, permitiéndoles comer hierba y mirar a su alrededor. Sin embargo, si suben la cabeza hacia las vides, al inclinarse, se baja la especie de bozal, de forma que ya no pueden comer, si no agachan la cabeza un poco. Lo hemos probado y el resultado es increíble y tranquilizador para nuestros nervios ☺️
3. ¿Cuáles son las ventajas de esta técnica ecológica?
❌1- EVITAR EMISIONES CONTAMINANTES: En primer lugar, siempre que podamos evitar utilizar máquinas que usen combustible, seguro que evitamos ahumar nuestras viñas, por lo que una primera razón muy importante es la de utilizar técnicas menos perjudiciales al medioambiente. Puesto que en la alta montaña suele haber menos emisiones contaminantes que en zonas urbanas, preservar ese valor es muy importante para nosotros, para que nuestro vino sea lo más saludable y natural posible.
2- APROVECHAR NUESTROS RECURSOS NATURALES: Los animales tienen que comer y la hierba es su mejor alimento. ¿Por qué no utilizar animales para que coman la hierba en vez de cortarla para que se seque y muera? Utilizar los recursos naturales es algo ecológico y que sin duda revierte en tener animales alimentados de forma natural y en campos limpios de contaminación.
3- SIEMPRE HAY QUE INTENTAR REINVENTARSE: La solución sencilla no siempre es la mejor solución. Como enólogos intentamos seguir dándole vueltas a todos los procesos que seguimos, para revisarlos y cambiarlos si creemos que debemos hacerlo. Sin duda, para nosotros ésta ha sido una gran decisión. Cuesta más trabajo al principio, porque es más fácil coger una desbrozadora y ponerse a segar, pero es mucho más gratificante cuando ves que todo lo que haces tiene un sentido y no lo llevas a cabo porque estás acostumbrado a hacerlo.
¿QUIERES PROBAR UN VINO ECOLÓGICO?