Cuando vamos a comprar vino, vemos con naturalidad que cada uno esté en una botella diferente. ¿Se trata de una estrategia de marketing para distinguirse del resto? No siempre, también el tipo de forma intenta identificar en muchos casos el contenido que guardan, de forma que de un vistazo puedes hacerte a la idea de si se trata de un vino joven, ya sea tinto, blanco o rosado, crianza, reserva, espumoso… Así que os contamos en este blog los diferentes tipos de botellas de vino según su forma y color. También podéis consultar nuestro vídeo en G&G Enólogos, donde os lo contamos en persona 🙂

Tipos de botellas de vino según su forma y color:

Evolución en el tiempo

La moda en la forma y el color de las botellas de vino ha evolucionado mucho en el tiempo. En este blog os hablamos de los tipos más usados en el siglo XXI, como resultado de una evolución que se remonta al siglo XVII. Os dejamos con una pequeña imagen que resume esa evolución, aunque daría para hablar largo y tendido.

Botella bordelesa

Es la botella más común en el mundo del vino, seguramente la más utilizada del mundo. Tanto es así, que se han hecho variaciones sobre el modelo estándar. Por lo general, las botellas bordelesas son cilíndricas, más o menos alargadas, con ángulos muy marcados en la zona conocida como hombro de la botella y con un cuello más corto que en otros tipos de botella de vino. Es originaria de la región de Burdeos, de donde proviene su nombre y la suelen utilizar para guardar vinos tintos.

 

Botella borgoñesa

Es el tipo de botella más antiguo conocido, después de la fabricación industrial de las botellas. Se diferencia de la bordelesa en que los hombros son más caídos y de más longitud. Se fabrica en tonos verdosos o pardos y también las hay de varios tipos. Los más habituales son Borgoña cóncava y Borgoña convexa.

 

Botella Rhin

También conocida como renana o alsaciana, recibe su nombre por su origen alemán. Es mucho más esbelta que las anteriores botellas citadas. Alta y alargada, que dibuja apenas una suave curva en sus hombros. En este caso, es más habitual que se use para vinos blancos o rosados. Se puede ver en tonos verdes, transparentes e incluso tonos bastante atrevidos, como azules o caramelo.

 

Botella champán

Es parecida a la borgoñesa, con algunas pequeñas variaciones, y siempre con paredes mucho más gruesas, puesto que la botella tiene que resistir la presión interior de los vinos espumosos y con una oquedad característica en su base, de nuevo para aligerar la presión del contenido.

 

Botella Jerezana

La utilizada en los generosos andaluces de forma casi generalizada. Es muy parecida a la bordelesa, pero con el cuello con algo de forma.

 

Tipos de botella de vino según su tamaño:

Aunque el tamaño más habitual para las botellas de vino es el de 75 cl, hay tamaños más pequeños y más grandes. Os dejamos con los diferentes tipos de menor a mayor tamaño:

  • 18-37 cl: Botella Benjamín.
  • 50 cl: Frasca.
  • 62 cl: Botella Clavelín.
  • 75 cl: Botella regular.
  • 150 cl: Botella Mágnum.
  • 300-450 cl: Botella Jeroboam.
  • 600 cl: Botella Imperial.
  • 600-640 cl: Matusalem.
  • 900 cl: Salmanazar.
  • 1.200-1.280 cl: Baltasar.
  • 1.500-1.600 cl: Nabucodonosor.
  • 1.800 cl: Salomón.

¿Qué utilizamos nosotros?

BOTELLA BORGOÑESA LIGERA – 75 cl: Para el vino joven, tanto blanco como tinto del Vino de las Nieves. El peso ligero denota también cierta ligereza al tacto y luego el color es totalmente tintado, de forma que el aspecto tanto del vino blanco como del tinto es similar, y lo que los diferencia es la etiqueta de cada uno.

 

BOTELLA BORGOÑESA DE 980 grs – 75 cl: Para nuestro vino crianza Viña Balén nos decantamos por una botella de más peso, que también resulta muy distintivo cuando se sujeta, y ayuda a comprender en seguida que el vino que contiene también tiene más “peso” en su proceso de elaboración.

 

 

BOTELLA ITALIANA DE ESPUMOSO – 75 cl: De cara a diferenciar nuestro vino espumoso Manelmía, elegimos una botella típica de vino espumoso, pero con corte italiano, que acentúa todavía más la forma de la botella Rhin. El grueso del vidrio también es considerable, pero en este caso lo decidimos de cara a que la botella pueda aguantar la presión que puede llegar a las 6 atmósferas.

 

 

FRASCA INCOLORA – 50 cl: Para nuestro vino de licor Nieu elegimos una frasca incolora, ligera y con un poco menos de capacidad. Al ser transparente, se refuerza el efecto refrescante que aporta este licor, perfecto para las sobremesas y para tomar con dulces. Además, así se puede ver el color brillante y característico de nuestro vino de licor.

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